El cambio de etapa nos empuja a buscar y encontrar nuevas formas creativas de fluir a través de un mar de olas y experiencias y, así, seguir desarrollándonos sabiendo que nuestro anclaje, el resultado de lo aprendido hasta ahora, es firme.
03/23
MARTXOA
La estación y el agua
En invierno la frontera entre la tierra y el agua se desdibuja. La bruma y la lluvia constantes, y la humedad que llega con ellas, convierten a este elemento en el rey de la estación.
El ciclo a través de las cuatro estaciones que hemos compartido y vivido juntas, llega a su fin para dar paso a uno nuevo. Y, cuando el final está cerca y observamos todo lo que ha formado parte del viaje, hay una pregunta que siempre aparece: ¿queremos seguir con todo o hay algo que queramos dejar ir?
Muchos de los rituales de cambio de etapa se valen del agua como símbolo de transición para limpiar, purificar, soltar todo aquello que ya no nos es útil y pararse a observar todo lo aprendido. Al igual que una ducha de agua caliente o un baño en el agua helada del Cantábrico nos sirven, muchas veces, para soltar y aclarar nuestras ideas.
El agua nos brinda también su capacidad de adaptación. Cada cambio trae consigo un nuevo comienzo y, aunque pueda parecer aterrador dejar atrás los viejos patrones aprendidos, llegamos a este punto del viaje con la madurez y la certeza de conocer mucho más de nosotras mismas y de nuestra esencia.
Cerrar un ciclo no es sinónimo de punto final. El cambio de etapa nos empuja a buscar y encontrar nuevas formas creativas de fluir a través de un mar de olas y experiencias y, así, seguir desarrollándonos sabiendo que nuestro anclaje, el resultado de lo aprendido hasta ahora, es firme.
Reconocer, fluir y cultivar la adaptación al cambio
Disfrutaremos de dos prácticas de yoga:
La primera es una práctica de Vinyasa Flow de 80 minutos lenta pero fluida, guiada por Marta Prieto y centrada en Svadhisthana, el segundo chakra. Nos invita a trabajar nuestra flexibilidad física y mental y a cultivar la adaptación al cambio.
La segunda es una meditación guiada de 20 minutos para tratar de identificar nuevos patrones de pensamiento que nos gustaría cultivar e integrar dentro de nuestro día a día para transicionar de una etapa a otra en nuestra vida de forma consciente y sabiendo qué es aquello que quisiéramos que nos acompañase en nuestro camino, además de expresar gratitud por todo lo que ya somos y por lo lejos que hemos llegado hasta ahora.
Un nuevo comienzo
El día es uno de los ciclos más cortos que vivimos, si no el más corto. A diario nos enfrentamos a un nuevo comienzo y cómo empezamos la jornada puede determinar nuestro estado de ánimo, sentimientos y productividad para el resto del día.
El desayuno o, más concretamente, qué y cómo desayunamos, es importante para tener un buen día o, al menos, para empezarlo con buen pie. Pero, a menudo, nuestra rutina acelerada y las prisas por llegar a todo lo que creemos que debemos hacer y planificar nos dejan sin tiempo para preparar tranquilamente el desayuno y optamos por comer algo rápido o directamente por saltárnoslo.
En URA os traemos eso: un desayuno para uno, para prepararlo con mimo, con tiempo y disfrutarlo en soledad, ya sea para dar comienzo a un día de trabajo o en la tranquilidad de una mañana de un día festivo.
El resto de recetarios estaban enfocados a socializar y celebrar en torno a la mesa, en compañía. Y, aunque un desayuno compartido es uno de los momentos más gratificantes que existen, desayunar con una misma, y dedicarse ese rato, es realmente placentero si se hace con cuidado y consciencia.
Siete días
El bundle trae 2 cuadernos. El primero de ellos ofrece 7 prácticas para realizar una al día a lo largo de 7 días. El segundo puedes utilizarlo a modo de diario para anotar las emociones o pensamientos que te despierten las diferentes prácticas. Algunas de ellas te invitarán a tomar papel y bolígrafo directamente. Con las otras serás tú quién decida si quieres dejar por escrito la emoción o el sentimiento que te haya podido despertar el realizarla.
Nuestra propuesta es repetir las 7 prácticas a lo largo de varias semanas y anotar todo lo que pase por tu cabeza. De esta forma, podrás analizar cómo cambia tu forma de pensar en función de tus emociones, del momento en que te encuentras dentro de tus ciclos naturales y de la evolución de tu propio ser.
CINCO EJERCICIOS Y DOS MANTRAS
La estación y el fuego
El verano es época de cosecha, por un lado y de sequía por otro; de recoger el fruto de lo sembrado, de días largos, de calor, de exigencias… Es el tiempo en que cambiamos nuestras rutinas y tendemos a estar más activas y más sociales y a vivirlo todo con mucha más intensidad.
El verano es fuego, símbolo de mayor energía y vitalidad, sobre todo al comienzo de la estación. Pero a medida en que los días avanzan, factores como las altas temperaturas o las expectativas no cumplidas pueden tornar ese fuego en algo más negativo y despertar en nosotras sentimientos de irritabilidad y enfado.
La cantidad de estímulos que recibimos a diario y esa pérdida de rutina puede hacer que perdamos también el norte, la concentración y nos desorientemos. Es probable que hayamos empezado la estación con grandes planes y propósitos que a lo mejor no estamos llevando a cabo; y es probable, también, que el espejismo y la comparación con la actividad de otras personas que nos llega, por ejemplo, a través de las redes sociales, nos nuble y nos haga sentir frustradas.
Siete días
El bundle trae 2 cuadernos. El primero de ellos ofrece 7 prácticas para realizar una al día a lo largo de 7 días. El segundo puedes utilizarlo a modo de diario para anotar las emociones o pensamientos que te despierten las diferentes prácticas. Algunas de ellas te invitarán a tomar papel y bolígrafo directamente. Con las otras serás tú quién decida si quieres dejar por escrito la emoción o el sentimiento que te haya podido despertar el realizarla.
Puedes repetir las 7 prácticas a lo largo de varias semanas, y observar si hay algo que cambia, si los patrones se repiten… El propio cuaderno te invitará a llevar a cabo alguna de las prácticas a diario, otras a lo mejor no te ves en la necesidad de repetirlas hasta pasado un tiempo. No hay una manera correcta de hacerlo, simplemente recurre a la práctica que te apetezca cuando te apetezca una vez finalizada la primera semana.
CINCO EJERCICIOS Y DOS MANTRAS
Jabón purificante
Para el ritual de cuidado de la piel de esta estación, el jabón natural seleccionado es el purificante (30g) de Lavándula cosmética. Es un jabón que, gracias al carbón activo, que tiene la propiedad de absorber químicos, metales pesados, proteínas, desechos y toxinas en conjunto con el aceite esencial de Hierbabuena, que resulta excelente para abrir poros y tonificar la piel, nos permite deshacernos de lo que ya nos ha servido y no necesitamos, y mejorar así el aspecto cutáneo.
Es un jabón indicado tanto para el cuerpo como para la cara y, gracias a las propiedades hidratantes y reparadoras de La Manteca de Cacao Bio, la Manteca de Karite Bio y el aceite de Coco y de Girasol Bio, la piel queda cuidada e hidratada además de profundamente limpia.
Una estación para abrazar la madurez: echar la vista atrás, ser conscientes de lo vivido y aprendido y empezar un nuevo ciclo. Un elemento para seguir siendo y seguir transformándonos.
Egurra
Para darle el broche final y rematar del todo la experiencia, la caja está perfumada con EGURRA de Gaua Perfumes. El cartón que lleva impregnado el perfume, contiene también una poesía escrita por Eli Diez, artesana y artista detrás de la marca. Eli nos invita a realizar un ejercicio olfativo: leer la poesía, oler el perfume y, cerrando los ojos, dejarnos guiar por lo que evoca.
EGURRA habla de saborear el mar a través de la montaña. Del olor a madera de las hogueras de invierno...